“Fotografiar es colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje”
Henri Cartier-Bresson
Mi Word Press Photo
En esta primera tarea del trimestre hemos hecho una encuesta en la que
hemos votado cuales creemos que han sido las mejores fotografías de la
historia. Yo he elegido tres que nada más verlas han despertado en mi un
sentimiento. Y observándolas e investigándolas me han parecido fascinantes,
tanto lo que nos quieren transmitir como todo el escenario que enmarca la
fotografía en sí.
En primer lugar, he elegido esta fotografía: “Buitre” de kevin Carter,
1994.
Kevin Cartier fue un reportero gráfico
sudafricano que ganó un Pulitzer con esta fotografía, se hizo famoso con ella y
a la vez generó una gran polémica. Todo el mundo vio en el buitre al capitalismo
y Carter era la indiferencia de la sociedad ya que daba la sensación de que
solo se limitó a fotografiar el terrible suceso, quedando indiferente a lo que
este niño estaba viviendo.
Me parece una fotografía que
consigue concienciar al ser humano sobre la pobreza en estos países. Es de esas
imágenes que transmiten muchísimo sin decir nada. Llama nuestra atención
colocando a la derecha y en primer plano al niño que desfallecido queda ajeno
al peligro que le acecha. Si seguimos observando vemos en un segundo plano,
pero cerca del centro de la fotografía al buitre, que se acerca sigilosamente a
su presa. Vemos como estos dos puntos de atención han sido colocados estratégicamente
para crear una armonía y a su vez llamar la atención del espectador.
En segundo lugar, he elegido “La chica de Napalm” de Huynh Cong Ut, 1972.
Es una fotografía muy famosa, que todo el mundo ha visto alguna vez. Pero
por muchas veces que la hayas visto sigue impactando como si fuese la primera
vez. Es una fotografía de la guerra de Vietnam, justo en el momento en que
bombardearon una de las aldeas. Huynh Cong Ut estaba en el momento justo y pudo
tomar esta fotografía, en ese “instante decisivo” de Cartier Bresson en que
eliges disparar la cámara y das con una foto como esta. Una foto que transmite
el miedo y el terror de una guerra, que nos hace ver hasta donde es capaz de
llegar el ser humano. Para mí, sin duda, una de las mejores fotografías de la
historia. Vemos cómo están dispuestos todos los elementos de la fotografía,
formando una diagonal de izquierda a derecha y dejando en el centro a la niña
desnuda.
En tercer lugar, he elegido “Madre Migrante” de Dorothea Lange, 1936.
La protagonista de esta fotografía es Florence Orwens Thompsons, madre de
una familia de tres hijos que vivieron la crisis económica del s. XX. En la
imagen podemos reconocer la mirada de una madre preocupada por el futuro de sus
hijos, nos transmite la precaria vida que tenían y nos mete en la piel de
Florence. Los dos hijos acurrucados a cada lado podrían simbolizar la
protección de la madre, de qué manera la buscan debido a su situación. Una
madre que se tiene que enfrentar sola al mundo y que saca a sus hijos adelante
con valentía. Una imagen digna de admirar por todo lo que una mirada puede
llegar a transmitir.
Por último, teníamos que buscar una
fotografía que para nosotros fuese una buena fotografía, una de las más
importantes de la historia. Yo he elegido esta del beso de Alfred Eisenstaedt.
Esta fotografía fue realizada en el
Times Square el día de la victoria de las fuerzas aliadas durante la Segunda
Guerra Mundial. Era un marinero que iba besando a todas las chicas a su paso,
pero sin duda este beso fue el que Alfred tomó y quedó inmortalizado para la
eternidad. Esta fotografía es un icono que ha sido reproducido en infinidad de
ocasiones, tanto en el cine como el teatro. Pienso que es de esas fotos en las
que te encuentras en el momento exacto con la cámara en la mano. No solo me
llama la atención los personajes principales, si os fijáis, alrededor, tienen
todo un revuelo de personas pendientes de lo que estaba pasando con una sonrisa
en la cara. Por otro lado, el hecho de él lleve ropa oscura y ella un vestido
blanco hace aún más llamativa la imagen. Me parece una gran fotografía.
Esta tarea me ha ayudado a adentrarme en el apasionante mundo de la fotografía. A conocer fotografías históricas y a descubrir que hay detrás de cada una de ellas. La mayoría eran imágenes conocidas pero no sabía nada sobre ellas y gracias a la tarea las he podido conocer mejor. También he apendido técnicas sobre cómo reconocer una buena fotografía y por lo tanto a saber cómo se hace una buena fotografía. Es cierto que me queda mucho que aprender pero mis ganas de continuar aprendiendo se agudizan conforme vamos avanzando.
Que tengáis un día maravilloso.
Isabel.
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